lunes, 15 de diciembre de 2008

Conversaciones ajenas.


Aloe Vera.

Cada día oimos una gran cantidad de historias, trozos de convesaciones, opiniones... y todas estas palabras se pierden en el aire, intentaremos que al menos algunas queden escritas para aquel que decida introducirlas en su pequeño mundo.

Recuerdo la primera vez que escuché esta palabra mágica. Yo tenía apenas unos 12 años y mis primas se compraban una mascarilla capilar que lleva la extraña sustancia. Me llamaba mucho la atención ese enriquecimiento, con algo que prácticamente nadie por aquel entonces conocía. Después de eso, algunos años después compré unas cuchillas que también tenían una loción de Aloe, pero no es, hasta hace unos años, cuando se comienza a conocer dicha planta y ya el que más y el que menos la tiene metida en su hogar hasta en los rincones más insospechados.

Yo tengo una planta, mi hermana me la cuida mientras encuentro un sitio más amplio donde vivir, pero eso no es nada, tengo tantas cosas de Aloe vera que no sé para qué quiero en realidad la planta: Tengo, cremas, gel de ducha, aceites esenciales, desodorante... Y así una interminable lista que cuando te das cuenta, te sientes como invadida.

Yo empecé por un jabón, entré en un establecimiento en el que había jabones hechos de forma natural y a mano y pensé, "¡Qué guay voy a comprar uno!" pero aquello no era tan sencillo, cada jabón era diferente y según con qué estaba hecho, servía para una cosa u otra. Total, que me dice la muchacha, "pues el de aloe vera te viene muy bien para las manchas de la cara". Yo, que hasta ese momento desconocía felizmente las dichosas manchas (que dicho sea de paso, tampoco hay para tanto), decidí que ya era hora de atajar el problema (problema que acababa de descubrir) así que me llevé el jabón de aloe, otro de canela que solo sirve para el olor y supongo que algo de afrodisiaco tendría y uno de zanahoria para mi amiga.

"Me lo llevé de zanahoria para mi amiga porque era bueno para el bronceado y ella siempre está diciendo que desde que se vino a vivir a Sevilla cuando estudiaba perdió la melanina, a ver si voy a tener que explicarlo todo..." jejeje.

El aceite es genial para después de depilarte, pues evita los picores y los sarpullidos, la crema es muy buena para el cuerpo, porque lo nutre en profundidad y le da más suavidad, el desodorante es genial para incluso después del rasurado y ya de paso el que viene en su forma pura, sirve absolutamente para cualquier problema que tengas en la piel.

Esto no es broma, mi hermana tenía la boca llena de llagas y en un par de días se le quitó todo. Pero aún así yo no dejo de pensar que estamos siendo invadidos por un "cactus", (que no es un cactus, es una planta de la familia de las Liliacéas) que va a terminar por exiliar a toda la gama de cremas y ungüentos existentes en el mercado, porque como dice el chiste, el aloe vera se parece al Roca el del caso malaya, en que cuanto más se estudia, más propiedades se le encuentran.

Que tanto predicar en la edad media con la panacea universal y con esta bonita planta hubieran podido hasta decir la verdad, menos lo de la caída del pelo, que eso solo lo soluciona el proscar, pero esto ya es otra historia...

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http://www.aloeveracanarias.net

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